En la presente entrada abordamos el marco para la Evaluación general del sistema educativo (EGS) de la competencia plurilingüe.
Recordemos que un marco de evaluación es un documento que sirve que sirve de referencia en la evaluación y en el que se definen, entre otras cuestiones fundamentales, los objetivos de la evaluación, a qué población se va a evaluar, cómo se deben diseñar las pruebas de evaluación, qué destrezas (y en qué medida cada una de ellas) van a ser aplicadas y en relación con qué indicadores. El marco de evaluación es necesario porque es un referente común que garantiza la comparabilidad de una prueba de evaluación a gran escala. En el caso de la EGS, que se regula en la redacción modificada por la LOMLOE de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y que se aplicará próximamente con carácter muestral y plurianual en todo el territorio nacional.
Más allá de las referencias al pluri- o el multilingüismo en la LOMLOE, se mantiene como uno de los fines del sistema educativo español la «capacitación para la comunicación en la lengua oficial y cooficial, si la hubiere, y en una o más lenguas extranjeras», fin que ya quedó establecido en la LOE. A esto añade la LOMLOE la posibilidad de incluir una segunda lengua extranjera durante la educación primaria. En su artículo 18, de organización de la educación primaria, el punto 4 expresa la posibilidad de las Administraciones educativas de «añadir una segunda lengua extranjera u otra lengua cooficial o una materia de carácter transversal». Y la oferta de esa segunda lengua se hace, por supuesto, extensiva a la ESO, pues el artículo 24, de organización de los cursos primero a tercero de ESO, indica que «las Administraciones educativas podrán incluir una segunda lengua extranjera (…)». De este modo, la LOMLOE se hace eco del ambicioso objetivo de la Comisión Europea que, en colaboración con los gobiernos nacionales, pretende que todos los ciudadanos aprendan al menos dos lenguas extranjeras.[1]
El subsiguiente desarrollo curricular de la LOMLOE recoge, siguiendo las recomendaciones europeas, ocho competencias clave que han de desarrollarse a lo largo de las etapas de educación obligatoria. Como hemos mencionado anteriormente, una de ellas es la competencia plurilingüe que «implica utilizar distintas lenguas, orales o signadas, de forma apropiada y eficaz para el aprendizaje y la comunicación. Esta competencia supone reconocer y respetar los perfiles lingüísticos individuales y aprovechar las experiencias propias para desarrollar estrategias que permitan mediar y hacer transferencias entre lenguas, incluidas las clásicas, y, en su caso, mantener y adquirir destrezas en la lengua o lenguas familiares y en las lenguas oficiales. Integra, asimismo, dimensiones históricas e interculturales orientadas a conocer, valorar y respetar la diversidad lingüística y cultural de la sociedad con el objetivo de fomentar la convivencia democrática».
El marco incluye como anexos los referentes de evaluación de cada una de las competencias clave que se incluirán en la evaluación, ya que la EGS se orienta a la evaluación del Perfil de salida al término de la enseñanza básica. Una de estas competencias es la competencia plurilingüe.
El marco fue diseñado por un equipo integrado por personal técnico de las comunidades autónomas y del MEFD y por especialistas externos. La primera cuestión que se planteó en el grupo encargado de la elaboración del marco de esta competencia fue arrojar luz sobre las diferencias entre plurilingüismo y multilingüismo.
La segunda cuestión que se planteó fue cómo vertebrar las dimensiones del marco. La referencia de mayor autoridad no podía dejar de ser el capítulo IV del Volumen Complementario (VC) del MCER: la Comprensión plurilingüe y el Aprovechamiento del repertorio plurilingüe, obviando así el eje del Aprovechamiento del repertorio pluricultural, ya que este parece tener mejor cabida dentro de la competencia clave n.º 8: Competencia en conciencia y expresión culturales (véase la Figura I).
Figura I. La competencia plurilingüe y pluricultural
Figura II. Escala de descriptores del Volumen Complementario (Consejo de Europa)
Fuente: Instituto Cervantes
Tal y como indica la Figura II, para la comprensión plurilingüe se tuvieron como referencia las escalas de descriptores del VC (A1 para EP y A2 para ESO).
Teniendo en cuenta lo anterior, se desarrollaron indicadores de logro para ítems de comprensión plurilingüe, compartimentados en tres niveles de complejidad por etapa, dependiendo del proceso cognitivo. La redacción de estos indicadores se llevó a cabo a partir de los descriptores de las competencias plurilingüe y comunicación lingüística. Se incluyeron, a su vez, elementos relacionados con el resto de las seis competencias. Además, las pruebas fruto del marco contendrán ítems que incluyan las lenguas cooficiales y la realidad plurilingüe de todo el territorio nacional.
Para el desarrollo de los indicadores de logro del Aprovechamiento del repertorio plurilingüe, se usaron las escalas de descriptores de mediación del VC, en concreto:
- Escalas de descriptores relacionadas con la transmisión de información
- Escalas de descriptores para resumir y explicar de la información
- Escalas de descriptores vinculadas con la traducción
- Escalas de descriptores relacionadas con la explicación de datos (solo en ESO)
En resumen, el marco pretende ser un documento vivo guía para futuros elaboradores de ítems, para lo que se ofrecen indicaciones prácticas sobre su desarrollo.
[1] Disponible en https://ec.europa.eu/education/policies/multilingualism/about-multilingualism-policy_es
Más información en:
- Web del INEE (área de Nacional, Evaluaciones de diagnóstico)
- Web del INEE (área de Nacional, material diverso de las pruebas diagnóstico con marcos anteriores)
- Web del INEE (para ejemplo online de pruebas de evaluación de diagnóstico)