La aprobación de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de diciembre, de Educación (LOMLOE) trajo consigo la propuesta de un modelo de aprendizaje competencial.
La Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 22 de mayo de 2018 relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente definió dichas competencias como la combinación de conocimientos, capacidades y actitudes que toda persona precisa para su realización y desarrollo personal, su empleabilidad, integración social, estilo de vida sostenible, éxito en la vida en sociedades pacíficas, modo de vida saludable y ciudadanía activa.
A partir de esta Recomendación, la LOMLOE ha incorporado el concepto de competencia clave como todo aquel desempeño que se considera imprescindible para que el alumnado pueda progresar con garantías de éxito en su itinerario formativo y afrontar los principales retos y desafíos globales y locales.
La Evaluación del sistema educativo, introducida por el artículo 143 de la LOMLOE, evaluará en el último curso de educación primaria y de secundaria obligatoria las competencias alcanzadas por el alumnado. Esta evaluación tendrá un carácter muestral y plurianual. El referente para estas evaluaciones será el Perfil de salida del alumnado al término de la enseñanza básica, que identifica y define, mediante los descriptores operativos, las competencias clave que se espera que el alumnado haya desarrollado al completar una etapa educativa. Estas competencias clave son las siguientes:
En el desarrollo curricular, la manera de incorporar estas competencias clave en cada una de las áreas o materias es a través de las competencias específicas de cada una de ellas. De esta forma, cada competencia específica se conecta con descriptores operativos de una o varias competencias clave, indicando así que, de la evaluación de las competencias específicas pueda deducirse el grado de adquisición de las competencias clave.
Descriptores operativos de la competencia digital
| Al completar la Educación Primaria, el alumno o la alumna… | Al completar la enseñanza básica, el alumno o la alumna… |
| CD1. Realiza búsquedas guiadas en internet y hace uso de estrategias sencillas para el tratamiento digital de la información (palabras clave, selección de información relevante, organización de datos…) con una actitud crítica sobre los contenidos obtenidos. | CD1. Realiza búsquedas en internet atendiendo a criterios de validez, calidad, actualidad y fiabilidad, seleccionando los resultados de manera crítica y archivándolos, para recuperarlos, referenciarlos y reutilizarlos, respetando la propiedad intelectual. |
| CD2. Crea, integra y reelabora contenidos digitales en distintos formatos (texto, tabla, imagen, audio, vídeo, programa informático…) mediante el uso de diferentes herramientas digitales para expresar ideas, sentimientos y conocimientos, respetando la propiedad intelectual y los derechos de autor de los contenidos que reutiliza. | CD2. Gestiona y utiliza su entorno personal digital de aprendizaje para construir conocimiento y crear contenidos digitales, mediante estrategias de tratamiento de la información y el uso de diferentes herramientas digitales, seleccionando y configurando la más adecuada en función de la tarea y de sus necesidades de aprendizaje permanente. |
| CD3. Participa en actividades o proyectos escolares mediante el uso de herramientas o plataformas virtuales para construir nuevo conocimiento, comunicarse, trabajar cooperativamente, y compartir datos y contenidos en entornos digitales restringidos y supervisados de manera segura, con una actitud abierta y responsable ante su uso. | CD3. Se comunica, participa, colabora e interactúa compartiendo contenidos, datos e información mediante herramientas o plataformas virtuales, y gestiona de manera responsable sus acciones, presencia y visibilidad en la red, para ejercer una ciudadanía digital activa, cívica y reflexiva. |
| CD4. Conoce los riesgos y adopta, con la orientación del docente, medidas preventivas al usar las tecnologías digitales para proteger los dispositivos, los datos personales, la salud y el medioambiente, y se inicia en la adopción de hábitos de uso crítico, seguro, saludable y sostenible de dichas tecnologías. | CD4. Identifica riesgos y adopta medidas preventivas al usar las tecnologías digitales para proteger los dispositivos, los datos personales, la salud y el medioambiente, y para tomar conciencia de la importancia y necesidad de hacer un uso crítico, legal, seguro, saludable y sostenible de dichas tecnologías. |
| CD5. Se inicia en el desarrollo de soluciones digitales sencillas y sostenibles (reutilización de materiales tecnológicos, programación informática por bloques, robótica educativa…) para resolver problemas concretos o retos propuestos de manera creativa, solicitando ayuda en caso necesario. | CD5. Desarrolla aplicaciones informáticas sencillas y soluciones tecnológicas creativas y sostenibles para resolver problemas concretos o responder a retos propuestos, mostrando interés y curiosidad por la evolución de las tecnologías digitales y por su desarrollo sostenible y uso ético. |
En el caso de la competencia digital, los descriptores operativos que definen el Perfil de salida al completar la enseñanza básica, y la orientación sobre el nivel de desempeño al completar la Educación Primaria, se encuentran vinculados con competencias específicas de prácticamente todas las áreas y materias. Esto significa que para adquirir el nivel esperado de competencia digital se puede y se debe trabajar en todas esas áreas o materias el uso seguro, saludable, sostenible, crítico y responsable de las tecnologías digitales.
Esta vinculación de la competencia digital con tantas áreas o materias diferentes ha supuesto un primer reto: la elaboración de un marco de evaluación que pudiera recoger esta circunstancia. Para hacer frente a este reto, se ha incorporado una dimensión en el marco llamada «Ámbito de aplicación» y se han agrupado las áreas o materias en cuatro ámbitos diferentes. De esta forma, den el diseño de los instrumentos de evaluación, se debe intentar que correspondan con ámbitos de aplicación diferentes para tener así una prueba más plural.
En el siguiente enlace se puede acceder al marco de evaluación de la competencia digital, que supone el punto de partida para diseñar las pruebas de evaluación:
Marcos de Evaluación – INEE | Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes
El segundo gran reto que supone llevar a cabo una evaluación de la competencia digital es, precisamente, que dicha evaluación debe ser necesariamente en formato digital. Es cierto que, desde hace varios años, hay numerosas pruebas que utilizan el formato digital para su desarrollo. Sin embargo, en general el diseño de estas pruebas se limita a dar respuesta a conocimientos teóricos. En este caso, se pretende dar un paso más. La manera de evaluar la competencia digital del alumnado pasa por que los estudiantes demuestren lo que saben hacer, haciéndolo. Y para ello, es necesario diseñar instrumentos de evaluación interactivos en los que los alumnos y alumnas realicen determinadas acciones para demostrar sus destrezas y habilidades digitales.
Desde el punto de vista tecnológico, el diseño de este tipo de prueba supone un gran reto, ya que se deben simular determinados entornos digitales sobre los que se debe poder actuar y que dicha actuación sea registrada como correcta o incorrecta en función de la acción que lleve a cabo el alumno o la alumna.
Desde el mes de junio de 2024 se ha trabajado con expertos de distintos ámbitos, como profesorado universitario y de niveles obligatorios, y técnicos en evaluación de las CC. AA., en un grupo coordinado por el INEE, en el diseño y la elaboración de una prueba con estas características. El resultado de este esfuerzo ha sido el diseño y la implementación de unos instrumentos de evaluación que recogen están funcionalidades.
En mayo de 2025 se llevó a cabo una evaluación piloto en 6.º de EP en 50 centros educativos del territorio nacional en las cinco lenguas, para comprobar la validez de los instrumentos de evaluación que se han diseñado para la primera edición de la Evaluación general del sistema que tendrá lugar en 2026.
Para poner al alcance de todo el profesorado un modelo de prueba con el objetivo de que el alumnado pueda familiarizarse con el entorno digital en el que se va a llevar a cabo la evaluación, se han diseñado también unos modelos de prueba a los cuales se puede acceder en el siguiente enlace:
EGS – INEE | Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes
Pero el trabajo no termina aquí. En 2027 está previsto realizar una evaluación piloto en 4.º de ESO y en 2028, la primera edición de la Evaluación general del sistema en ese nivel. Aunque el marco teórico ya se desarrolló junto con el de 6.º EP, ahora hay que diseñar los instrumentos de evaluación con los requerimientos antes mencionados. Así que, el reto de evaluar la competencia digital en una evaluación externa aún no está finalizado.


