Cada vez más jóvenes alcanzan una titulación en educación terciaria, impulsados por la expectativa de mejores condiciones laborales, salarios más altos e incluso una mejor percepción de la salud. Sin embargo, persisten desigualdades en el acceso, determinadas en gran medida por el nivel socioeconómico. Los sistemas educativos deben seguir evolucionando para reducir las barreras que limitan el acceso a los niveles superiores de educación. Pero lo más importante va más allá de obtener un título: se trata de garantizar que toda la población adquiera las habilidades y competencias necesarias para analizar críticamente la realidad, adaptarse a los retos que plantean la digitalización y los cambios sociales, y contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, igualitaria y comprometida con el bien común, y reduciendo brechas. En este proceso, el papel de los docentes es fundamental. Como piezas clave del sistema educativo, deben ser seleccionados con rigor y reconocidos en su justa medida, ya que son quienes inspiran y acompañan al alumnado en la consecución de estos objetivos.
El informe Panorama de la educación 2025. Indicadores de la OCDE (Education at a Glance 2025. OECD Indicators) es la referencia internacional más reconocida en materia de datos educativos. Reúne estadísticas comparadas sobre la estructura, la financiación y los resultados de los sistemas educativos de los 38 Estados miembros de la OCDE y de 11 países asociados. En esta edición, el foco principal se sitúa en la educación terciaria.
El informe nacional, elaborado por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes a partir del Education at a Glance 2025, se organiza en tres grandes capítulos. El primero, La expansión de la educación, analiza el nivel de formación de la población, así como el acceso y la graduación en las distintas etapas educativas. El segundo, Los resultados y la financiación de la educación, examina la relación entre educación y empleo, además del gasto público y privado en el sector. Por último, el tercer capítulo, El entorno de los centros educativos y el aprendizaje, se centra en las ratios entre profesorado y alumnado, las condiciones laborales del personal docente y su perfil profesional.
El informe se ha presentado el 9 de septiembre de 2025. Descubre toda la información en https://run.gob.es/etge0ef4
A continuación, destacamos 5 datos sobre el nivel educativo de terciaria que se señalan en el informe:
- El nivel educativo de los jóvenes es muy alto, pero la desigualdad de oportunidades
El 53 % de la población joven de 25 a 34 años tiene estudios terciarios (48 % en la media OCDE), superando las medias internacionales. Desde 2019 el porcentaje de población joven con educación terciaria ha aumentado en 6,5 puntos porcentuales, mientras que la proporción con estudios de segunda etapa de secundaria apenas ha variado. En cambio, el porcentaje de personas con niveles educativos más bajos se ha reducido del 30 % al 24 % en 6 puntos, pero es el país con porcentaje más alto de la UE25. Para corregir el desequilibrio es necesario aumentar el porcentaje de personas que alcanza el nivel de segunda etapa de secundaria a la vez que se reduce la población con un nivel inferior. La expansión de la educación terciaria en los últimos años ha beneficiado especialmente a las mujeres de todos los países de la OCDE.
Persisten desigualdades en el acceso a educación terciaria. En todos los países, los niños que provienen de entornos desfavorecidos tienen muchas menos probabilidades de alcanzar niveles superiores de educación que aquellos de contextos más favorecidos. En España el 30 % de los adultos jóvenes cuyos padres no completaron la segunda etapa de secundaria han alcanzado una titulación terciaria, en comparación con el 75 % de los que tienen al menos un progenitor con estudios terciarios. De media en la OCDE, el porcentaje es menor: solo el 26 % de los de los jóvenes cutos padres tenían estudios inferiores fueron capaces de obtener una titulación de terciaria.
- Acceso equitativo a educación terciaria: un motor clave de la movilidad social
Apoyar el acceso equitativo a la educación terciaria sigue siendo fundamental para fortalecer la movilidad social, ya que el nivel educativo se refleja estrechamente en los resultados del mercado laboral. Una titulación de segunda etapa de secundaria ofrece una buena protección contra el desempleo (14 % de desempleo frente al 21 % para los que no alcanzan este nivel en España), aunque empleos altamente cualificados y bien remunerados requieren una titulación terciaria. Los adultos españoles con estudios terciarios ganan, de media, un 49 % más que aquellos que solo poseen la segunda etapa de educación secundaria. Incluso considerando los costos asociados a la educación terciaria, el beneficio financiero medio a lo largo de la vida por obtener una titulación terciaria supera los 300 000 dólares estadounidenses en los países de la OCDE. La ventaja salarial es especialmente significativa para quienes poseen una titulación de máster o doctorado, ya que ganan, de media, un 75 % más que aquellos con solo segunda etapa de educación secundaria.
Para ofrecer a todos una oportunidad equitativa de acceder a estos empleos y fomentar la movilidad social, es esencial romper el vínculo entre el origen socioeconómico y el logro educativo. En un momento en que la escasez de competencias es común en muchos sectores, esto también aportaría beneficios más amplios al mercado laboral al aumentar el número de trabajadores cualificados.
- Tasas de finalización en la educación terciaria
Es básico aumentar el porcentaje de estudiantes que finalizan la segunda etapa de educación secundaria. Sin embargo, brindar acceso a la educación terciaria no es suficiente si los estudiantes no completan sus programas. En España, solo el 40 % de los nuevos alumnos en programas de grado titulan dentro de la duración prevista del programa (en media OCDE es el 43 %). Esta cifra aumenta al 59 % tras un año adicional y al 73 % después de tres años, valor más elevado que el 70 % de la media de países OCDE. Las tasas de abandono tras el primer año son más bajas en España (8 % en títulos de grado) que en la media OCDE (13 %). Las tasas de finalización son particularmente bajas entre los hombres, de los cuales solo el 65 % completa un estudio de grado dentro de los tres años posteriores a la fecha prevista de finalización, en comparación con el 80 % de las mujeres.
Las bajas tasas de finalización tienen múltiples causas, entre ellas: una discrepancia entre las expectativas de los estudiantes y el contenido del programa, una preparación insuficiente para afrontar las exigencias académicas, apoyo académico y social limitado, y barreras financieras. Las intervenciones políticas para mejorar las tasas de finalización pueden incluir el fortalecimiento de la preparación académica y la orientación vocacional en la educación secundaria, así como el diseño de programas terciarios con secuencias de cursos claramente definidas y medidas de apoyo que guíen progresivamente a los estudiantes hacia la graduación. Las tasas de finalización a los tres años en los campos de Salud y bienestar y STEM son más elevadas que las medias internacionales.
- Más allá de las titulaciones formales: el desafío de la brecha de competencias
Aunque las tasas de titulación y finalización ofrecen información valiosa sobre el rendimiento de los sistemas educativos, lo más importante es que los estudiantes adquieran competencias relevantes. A pesar del aumento en el nivel educativo alcanzado, las competencias en lectura y matemáticas de los adultos en la mayoría de los países de la OCDE se han estancado o han disminuido entre 2012 y 2023, y una proporción significativa de la población adulta presenta bajos niveles de competencias. En España el 32 % obtuvo una puntuación igual o inferior al Nivel 1 en lectura en el estudio PIAAC de competencias de adultos, lo que indica que pueden comprender, como máximo, textos breves sobre temas familiares, situándose por encima de la media OCDE del 27 %. Para comprender la importancia del nivel educativo, entre quienes no alcanzan la segunda etapa de educación, el 62 % no supera el Nivel 1, y aun entre los adultos con estudios terciarios, el 13 % se sitúa en ese nivel o por debajo para la media internacional.
Ampliar el acceso a la educación no garantiza por sí solo el desarrollo de competencias clave. Los sistemas de educación terciaria deben mantener estándares de calidad y adaptarse a perfiles diversos el alumnado, ofreciendo trayectorias educativas adaptadas a competencias más aplicadas y creando mejores mecanismos para comunicar con claridad las competencias que poseen sus titulados.
- Abordar la escasez de docentes para fortalecer los sistemas educativos
La calidad de los sistemas educativos depende de contar con docentes bien cualificados, pero la escasez dificulta su captación y retención. Aunque la mayoría de los países de la OCDE cubren casi todos los puestos vacantes, no siempre logran atraer a los candidatos más preparados.
Una forma de atraer al profesorado universitario es mediante el salario. En España, el salario mínimo del personal junior está por debajo de los salarios reales de este nivel en la mayoría de los países. Para el personal intermedio y personal senior los salarios se sitúan con valores similares a los de las medias de los países con datos disponibles.
Todos estos datos y muchos más sobre otros indicadores de educación, infografías, enlaces con el informe internacional y otras informaciones se pueden encontrar en la página web del informe Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2025. Informe Español.